Algunas historias para compartir

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Cada ser humano es único e irrepetible. En Cermu tenemos tantas historias como personas viven o concurren a diario y cada una de ellas vale la pena ser contada porque encierra una vida de esfuerzo, trabajo y ganas de superación.

ARACELI Y ANA MARÍA

Araceli y Ana María son dos hermanas de 54 y 58 años y decimos que son las fundadoras de Cermu como un hogar para vivir personas con discapacidad. Su historia siempre nos ha conmovido.

Ambas vivían con sus padres hasta que fallecieron. Solo tenían una tía que propuso a Cermu que ellas se quedaran en su propio hogar y que Cermu asumiera el cuidado de sus sobrinas. De esa forma se inicio el internado en Cermu el 1 de julio de 2005. Araceli y Ana María son inseparables, se llevan muy bien y se cuidan como las mejores hermanas del mundo. Son muy  alegres y cuando ellas están no faltan los chistes, la risa y las ocurrencias que nos divierten a todos. 

JONATHAN

Jonathan es un chico de 19 años que concurre al centro donde además trabaja su mamá Marina. La historia de Jonathan es la de un chico que tiene Microcefalia además de una parálisis cerebral de nacimiento. En os últimos tiempos ha crecido mucho y por ese motivo, recientemente y gracias a apoyo de todos se logró comprar una nueva silla de ruedas que le permitirá estar más cómodo.

Jonathan es un chico alegre, que siempre sonríe y que dentro de sus posibilidades se comunica e interactúa con los demás. Tenerlo entre nosotros nos alegra los días porque nos brinda la cuota de optimismo necesaria para afrontar el trabajo diario.

MARÍA DE LOS ÁNGELES

María de los Angeles vive en Cermu, tiene 40 años y le gusta mucho la bijouterie. Siempre tiene muchos anillos y pulseras. Esta muy orgullosa porque con la profesora de manualidades se hizo sus propios anillos de porcelana fría. A través de estos trabajos se busca despertar los gustos y las potencialidades de cada uno. Seguramente María de los Angeles siga haciendo bijouterie para todos. 

Además ama jugar con una pelota, porque le recuerda a los juegos con su hermano. Es sorprendente darse cuenta que se precisa solamente una pelota para despertar los recuerdos, la sensibilidad y la emotividad de cada persona. 

SANDRA

En la búsqueda permanente de las habilidades y potencialidades de cada uno, encontramos en Sandra una faceta muy habilidosa, teje y borda de maravilla. Tiene en pleno proceso un almohadón y una carpeta con punto cruz. Las actividades manuales son las preferidas de Sandra, encuentra en ellas una forma de expresión diferente que la motiva a trabajar y esforzarse porque el resultado de sus trabajos se siempre lindo. Verla contenta y con ganas de hacer cosas, nos impulsa como equipo para seguir proponiendo actividades nuevas y trabajando para que cada uno de los chicos pueda dar lo mejor de si.